jueves, 15 de septiembre de 2011

Tú, yo y tu otro tú.

Saca los dientes pequeña caperucita.
Muéstrale al mundo lo bella que es tu sonrisa.
Alza tu mano para que la bese cualquier lobo hambriento
De deseos carnales que sobrepasan lo que una vez fueron tus límites.

Masticaré tu carne por ti.
Te dejaré hurgar en mis heridas.
Negociaré un intercambio de almas con el Diablo
Para tratar de parar tu caída.

Romperé el lazo sagrado
Que me une a mi cordura.
Te regalaré mi sangre en botellitas de cristal tintadas de blanco,
Por si algún día la necesitas.

La codicia está drenando tu alma.
Y apagando la mía.

Porque aquel beso no fue más que el nacimiento
De lo que sería la mayor matanza sentimental de la que he sobrevivido en mi vida.


Bárbara J.D. © 2011