martes, 4 de octubre de 2011

Álter ego.

Ayer, un cuervo se posó en mi ventana.
Comenzó a hablarme sobre ti.
Impetuoso y mentiroso - me dijo.

No hay mayor víctima de sus fechorias que el mismo.

Sus sonrisas esconden lo que sus ojos no soportan ver.

Aleja a quienes de verdad lo conocen,
Y acerca a los que de él quieren saber.

-No te conviene - me dijo - mejor olvidarse de él.
-Pajarraco loco - respondí - él a mí no quiere volver.
-Ingenua cría, ¿A caso no lo ves? ¿Que, al igual que antes hizo con sus sonrisas, con sus palabras oculta lo que en su corazón no soporta tener?


Bárbara J.D. © 2011