viernes, 19 de noviembre de 2010

"Fueron esas palabras las que me ayudaron, aquellas palabras que mis manos habían vomitado directamente desde lo más profundo de mi ser.
Desde mis cajones más ocultos, los más prohibidos e inmaduros que mi estupidez había llegado a ocultar.
Desde el miedo, la agonía, desde la autodestrucción, desde la monotonía... Desde el fondo mi alma".

lunes, 1 de noviembre de 2010

Separación amorosa tras años de monotonía.


Las quejas de violines se convierten en toda la compañía que tengo,
Donde tú antes descansabas, un vacío ocupa la cama...
Mi corazón late al son de una dulce canción de desamor.
¿Qué puedes hacer cuando toda la esperanza se ha ido?
¿Cuando no te queda nada por lo que luchar?
Siempre tienes la opción de aferrarte a los recuerdos, abrazarlos con fuerza y convertir el pasado en tu presente.
Naufragar en una mentira...
Miro en el espejo y no me encuentro.
Tus ojos, los que tanto me enamoraron años atrás,
Se reflejan en el cristal...
Y tu boca se tuerce formando una leve sonrisa.
¿Has conseguido lo que querías?
Has destruido absolutamente todo lo que he creado.
Desde aquel día en el que bailamos bajo la Luna.
Nosotros -los bailarines enamorados - Ya no somos los mismos.
Te has convertido en un sacrificio amargo e inolvidable.
Un sacrificio estúpido y gratuito.

Pero, al fin y al cabo...
Un sacrifico del que me entristece haberme liberado...



"Mi mente llevaba semanas frustrada, agresiva y confusa, lo que provocaba que mi estado de humor sufriese una bajada total. La rabia interna por el vano intento de salvar el futuro del prójimo, ayudándole a entrar en razón y que no desperdiciase sus días por errores de la adolescencia habían consumido mi esperanza de un mundo sin violencia.
Me frustraba que la gente dedicase sus días a hacerles daño a los demás, y no en ser felices y disfrutar de la vida.
Pero, con los años, fue el tiempo el encargado de hacerme saber que cuando un alma está condenada a la maldad… No hay persona capaz de salvarla".