miércoles, 10 de octubre de 2012

El Invierno está enamorado del Artista.

El Invierno está llegando, y junto a él, todas las cosas que nunca dijimos: los secretos que tenemos encerrados bajo llave, los pensamientos ocultos entre nuestros temores, y sobretodo, los sentimientos reprimidos en nuestra mente y corazón. Está ocurriendo, su llegada es inminente. Regresa con todas sus consecuencias y nos deja sin habla. Comienza con malditas pesadillas relacionadas con un pasado casi superado y termina con un jersey con las mangas demasiado largas.
Algunos dicen que el Invierno es la época de los artistas, su máxima etapa de creatividad e inspiración. Y claro que es así, ¿cómo no iba a serlo?
¿Qué sería de un escritor sin su pena? ¿Y qué sería de un músico sin sus altibajos? ¿Que sería de un pintor sin sus frustraciones? Necesitamos el Invierno; Nos alimentamos del Invierno.
Necesitamos el olor a lluvia y el estruendo de las gotas impactando con agresividad sobre el asfalto. Necesitamos una playa fría o un bosque gris. Necesitamos un charco en el hormigón que nos refleje todo lo que llevamos dentro. Necesitamos el Invierno.
¿Y qué pasa con nuestro dolor? Con nuestras lágrimas, ¿A dónde van a parar ellas? ¿Son realmente un sacrificio digno de alguna recompensa? ¿Superaremos algún día la llegada del Invierno y lo que esto representa?
No, claro que no lo haremos.
Porque somos meros conductos entre el Arte y la realidad, somos simplemente los frutos de un árbol que esperan dejar de estar colgando algún día. Manzanas que sueñan con ser peras; Perros que sueñan con ser gatos.
El Invierno nos despierta tras un Verano de engañosa felicidad. Nos devuelve a la realidad

-B.J.D

2 comentarios: